Si hablamos sobre el Bullying (matoneo), este es un término derivado del contexto anglosajón que se refiere al acoso entre compañeros.
Se entiende como una forma ilegítima de confrontación de intereses o necesidades en la que uno de los protagonistas —persona, grupo, institución— adopta un rol dominante y obliga por la fuerza a que otro se ubique en uno de sumisión, causándole con ello un daño que puede ser físico, psicológico, social o moral (Ortega, Ramírez y Castelán, 2005).
En términos sencillos, el bullying se presenta cuando una persona con poder abusa de forma repetida de otra más débil.
¿De dónde proviene el concepto bullying?
El bullying no es un concepto nuevo; aparece por primera vez en Suecia a finales de los años 60, y desde allí se difunde por toda la Península Escandinava. Para la década de los ochenta adquiere un espacio importante en la opinión pública de esta región del mundo, cuando en Noruega se conoce el caso de unos jóvenes que se suicidaron por un posible acoso escolar, lo que trajo como consecuencia una campaña nacional para evitar este tipo de situaciones.
¿Cómo se puede describir una situación de acoso?
Según los especialistas, se puede identificar una situación de acoso escolar, “cuando un alumno es agredido o se convierte en víctima al estar expuesto, de forma repetida y durante un tiempo, a acciones negativas que lleva a cabo otro alumno o varios de ellos” (Olweus, 1986 y 1991). Estas acciones se identifican cuando alguien, de forma
intencionada, causa daño, hiere o incomoda a otra persona
¿Qué formas de acoso existen?
Se clasifican en 4 grupos:
- Acoso físico: cuando se evidencian acciones como golpear, empujar, patear, hacer caer, evitar que la persona salga de un espacio con fuerza física, esconder o romper pertenencias del acosado, como cuando la maleta no aparece o cuando desaparece su cartera de colores en momentos que la necesita.
- Acoso verbal: expresiones desobligantes hacia el acosado y sus características de persona (gordo, feo,…), insinuaciones de lo que debería hacer (¡deberías suicidarte!), o de cómo podría ser afectado en su integridad (¡te vamos a golpear!)
- Aislamiento social: los potenciales agresores divulgan rumores (por ejemplo, decir que un niño o joven es gay o que trae piojos), aíslan a la víctima, la humillan frente a muchas personas.
- Ciberacoso: a través de internet incomodan a la víctima en cualquier momento. Este acoso tiene como característica la dificultad para controlar sus efectos, por el exponencial crecimiento de la difusión de la información que circula por este medio.
¿Cuáles son las consecuencias del bullying?
En la víctima genera sentimientos como ansiedad, tristeza profunda y aislamiento. La condición de vulnerabilidad de la víctima puede desencadenar en su futuro vital riesgos como la depresión, desarrollo de baja autoestima y de comportamientos de desconfianza hacia los otros e incluso de tendencia suicida.
En el agresor se valida la agresividad como una forma de lograr lo que una persona quiere. Existen estudios que mencionan cómo el sujeto que ejerce el rol de “acosador” puede llegar a desarrollar comportamientos “delictivos” en la adultez, por lo que, al igual que la víctima, requieren de apoyo especializado.
Señales de alerta:
- Fuerza, tamaño y aspecto físico percibidos como inferiores.
- Pérdida de apetito o sueño.
- Estado permanente de alerta.
- Temor manifiesto.
- Vergüenza.
- Baja autoestima.
- Sentimiento de culpa.
- Depresión.
- Dificultad para hacer amigos o hablar en público.
- Tendencia al bajo desempeño escolar y ausencias injustificadas.
- Desconfianza, miedo y ansiedad ante la socialización.
- Retraimiento social y desmotivación constante.
Antes de determinar en mi hijo o hija estas señales de alerta, debo validar junto con el colegio que en efecto se deba a una posible situación de Bullying, dado que varias de las señales anteriormente nombradas por sí solas, puede deberse a diferentes situaciones personales o familiares.
¿Cómo enfrentarlo?
El bullying escolar es un problema que debe ser trabajado en conjunto entre el colegio y los padres, ya que es fundamental que el niño que está siendo objeto de acoso sienta el apoyo de una red que le protege y acompaña en la situación referida.
Es importante que los padres tengan canales de comunicación fluidos con sus hijos, que les permitan detectar cambios en sus comportamientos, identificar el momento de desarrollo de los niños y jóvenes y diferenciar las conductas propias de la edad, de otras que sugieren una situación de acoso.
A manera de conclusión y como mensaje central vale la pena recalcar que ninguna forma de violencia es válida dentro de las relaciones sociales humanas, no se debe permitir. El bullying nos obliga a fortalecer la red adulta de apoyo, que entre otros elementos permite enseñar a las nuevas generaciones que las diferencias y particularidades de cada uno,
son los elementos que enriquecen la experiencia humana.
Es de vital importancia que desde casa promovamos el buen trato entre los miembros de la familia, dado que el hogar representa el primer escenario de socialización, los estudiantes modelan comportamientos de sus padres y el buen o mal trato es modelado, desde casa podemos evitar que nuestros hijos se vuelvan los protagonistas desde el rol de victimarios, recordemos que el acoso escolar es responsabilidad de todos.
En el Colegio Bilingüe José Max León, la propuesta institucional por la Ética del Cuidado direcciona el accionar de los miembros de la comunidad. En cumplimiento de ella todos los que la conformamos trabajamos en pos del bienestar, el respeto, la reciprocidad, el reconocimiento de la verdad y, la edificación de unos valores que contribuyan en la construcción de la responsabilidad personal y social; que permitan a la vez la consolidación de una comunidad sentida, incluyente y pacífica.
Actualizado por: Mónica Suárez, Psicóloga de la sección Primaria.
“En el Colegio José Max León formamos Ciudadanos del Mundo” ¡Admisiones abiertas!
Catedrático de Psicología en la Universidad de Bergen, Noruega, es una autoridad mundial en temas de agresión intimidatoria entre escolares.
Fuente: Christina Salmivalli
Profesora de Psicología de la Universidad de Turku en Finlandia, ha pasado los últimos 25 años investigando sobre el acoso escolar y su prevención.