Conscientes de la responsabilidad que tenemos como comunidad, el Gimnasio Vermont celebró la décima versión del Día de la Memoria; se trató de una jornada cuyo propósito consistió en reflexionar acerca de la historia del país y sus implicaciones en la forma de construir paz. A su vez, contó con la participación de un colectivo de jóvenes colombianos, quienes socializaron cómo desde el arte es posible promover la esperanza y la reconciliación en Colombia.
Por su parte, este ejercicio se llevó a cabo a partir de reflexiones plurales, tejidas desde el diálogo respetuoso y miradas sensibles al pasado. El aula pasó a ser un escenario en el que se vincularon las formas de entender el presente de los estudiantes con las experiencias de quienes han sufrido las consecuencias de la violencia.
Algunas de las actividades desarrolladas en el día fueron: un Conversatorio entre los estudiantes de bachillerato y delegados de la Comisión de la Verdad, un taller orientado al cuento con la Comisión de la Verdad para primaria, la jornada de tizatón, un taller de plastilina con nuestros niños más pequeños, una obra de teatro sobre la memoria para preescolar, entre otros.
Por su parte, el compromiso, la participación, la dedicación y la motivación de cada estudiante fue constante durante cada una de las actividades; su visión crítica y sensible hizo de estas experiencias, espacios de diálogo para empatizar con quienes han sido víctimas del conflicto armado interno, les permitió resignificar su experiencia a través del arte para sanar, perdonar y reconstruir en comunidad. Además, esta jornada fue una excelente oportunidad para que los estudiantes potencien su pensamiento crítico, lo cual es fundamental, en pleno siglo XXI, para que Colombia avance en la construcción de reconciliación.
Finalmente, tuvimos la participación de dos estudiantes, de cada salón, llamados “guardianes de la memoria”, quienes fueron escogidos por su alta sensibilidad social, disposición para trabajar en equipo y motivación al apropiarse de la historia colombiana, clave para la reconciliación. Su participación fue destacada, apoyaron a sus profesores en el desarrollo de las actividades e incentivaron el diálogo respetuoso entre sus compañeros.
¡Gracias, guardianes, por preservar la memoria como un tesoro para la paz!