“Apaguemos los celulares o reduzcamos su uso si queremos educar a nuestros hijos para que les pasen cosas buenas”
Desde la llegada del internet muchas cosas han cambiado, la forma de comunicarnos, de responder nuestras preguntas y, por supuesto, de aislarnos de la realidad. Las redes sociales, por ejemplo, se volvieron el complemento perfecto de nuestros días grises, usamos las aplicaciones para alejarnos del estrés, buscamos y encontramos aprobación, sentimos la compañía de un sinfín de personas que solo irradian felicidad; es tan satisfactorio y llenador estar en una aplicación que no queremos salir de ella, se ha vuelto nuestra droga y, sin darnos cuenta, ese es el ejemplo que le estamos dejando a nuestros hijos para combatir sus frustraciones.
Por lo anterior, te presentamos a Marian Rojas, médica psiquiatra quien nos explicará cómo afecta las nuevas tecnologías y las redes sociales en la educación de los niños y los adolescentes y cómo nosotros los padres y madres somos responsables de su uso.
Para comenzar debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Cuántas veces cojo el celular en el día? ¿Para qué utilizas el celular normalmente para jugar, para comprar, para publicar…? Aunque no hay respuesta correcta, sí somos honestos, el tiempo en que nos distanciamos de la realidad puede ser mayor al que disfrutamos del mundo y al que invertimos con nuestros hijos. Por eso, el ejemplo es fundamental y el primer paso para que a tu hijo le pasen cosas buenas es reconocer cuando tu prioridad es usar el teléfono.
De igual manera, es importante que entendamos cómo funciona nuestro cerebro y el cerebro de nuestros hijos para así reconocer cuáles son los peligros de no hacer un uso responsable de las tecnologías y ayudarles a evitar las adicciones. No permitas que tus hijos adolescentes llenan sus vacíos con las redes sociales, es decir, que encuentren más llamativo lo que hay detrás de una pantalla que hablar contigo. Invierte tiempo de calidad y escúchalos, explícales y demuéstrales que se podría vivir sin ellas, pero no sin amor.
“Cuando comprendes cómo funciona tu mente, cuando aprendes a gestionar tus emociones y enseñas a tus hijos a gestionarlas de forma correcta, les estás impulsando para que les pasen cosas buenas. El cerebro es plástico, crece, cambia, se modifica según el entorno, el cariño y la actitud. Aprender de estos temas ayuda a mejorar nuestra vida. Además, podemos aprender a ser felices, o lo más parecido a la felicidad que se alcanza en la tierra. Los estudios respaldan esta teoría, y cuanto antes enseñes a tus hijos, más probabilidades tienes de que tu hijo se enfrente a la vida de la mejor manera posible” nos dice Marian Rojas.
Por otro lado, el compartir los dispositivos móviles con nuestros hijos más pequeños evita que se desarrolle su curiosidad y su asombro, fomentamos la hiperestimulación. Un bebé desarrolla parte de su cerebro por medio de luz, ruido y movimiento, cuando para entretener a nuestros hijos les ponemos videos o juegos, desde un celular estamos limitando su atención, ya que en ellos encuentran todas las herramientas que necesitan, impidiendo que su cerebro cree aspectos fundamentales y necesarios como la concentración, resolución de problemas y el control de impulsos.
Marian Rojas, nos aclara que lo importante no es enseñarle todo a nuestros hijos, sino que no pierdan las ganas de aprender. Debemos hacer conciencia que dentro de los celulares podemos encontrar todo tipo de información y recursos, sin embargo, las cosas buenas están en la vida real. Para entretener a tus hijos pequeños no hace falta un celular, basta con salir al parque y permitirles sorprenderse con la realidad, además, no dejes de fomentar su curiosidad, no contestes todas sus preguntas, deja que ellos busquen las respuestas con sus sentidos, que se conecte con la naturaleza, los deportes, etc.
Para complementar la información anterior, Marian nos comparte 3 pautas o ideas para ayudarnos a que el tiempo de calidad con nuestros hijos sea llenador y enriquecedor:
– Quitar las notificaciones, dominemos el celular y no permitamos que él nos domine a nosotros. Usemos el teléfono únicamente cuando lo necesitemos.
-Quitemos la red social más activa. Expliquémosles a nuestros hijos cuál es la red social que más utilizamos y por qué, contémosles si lo hacemos porque estamos estresados o aburridos, demos ejemplo en que esos estados se pueden enfrentar sin necesidad de una aplicación.
-Modo avión. Evitemos los impulsos de usar el celular, si estamos con nuestros hijos prestémosles solo atención a ellos. Demostrémosles que son nuestra prioridad.
Descubre la conferencia completa ingresando a:
Por otra parte, la Fundación Cantabria Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad o Fundación CADAH, nos explica cómo evitar y prevenir el uso excesivo o adicción de las TIC en niños con TDAH.
La fundación CADAH nos explica que:
“Los niños con TDAH tienen problemas con la atención sostenida y directa, pero cuando están jugando con consolas, móviles, tablets, etc., su atención aumenta, al recibir continuamente una respuesta inmediata a sus jugadas. Sin apenas esfuerzo adicional obtienen un refuerzo positivo a través de puntos o premios lo que ocasiona un incremento gradual en su interés y motivación hacia su insistente uso.”
A partir de lo anterior, la fundación nos presenta 7 factores que más nos pueden indicar la necesidad inmediata de intervención con respecto al uso excesivo de las TIC:
-Cuando el tiempo gastado en tecnología consume completamente el que debería usar para otras actividades.
-Cuando se abandonan otros entretenimientos que solían ser divertidos para él, como jugar con los hermanos o sus amigos.
-Cuando se retira de momentos familiares y amistades.
-Cuando demanda el uso de las TIC mientras se come.
-Cuando se gasta mucho tiempo en Internet sin ningún propósito.
-Cuando sus emociones se vuelven incontrolables al ponerle límites sobre su uso.
-Cuando presenta ansiedad y cambios bruscos de estado de ánimo al separarle de ellas.
Igualmente, estos son los 5 consejos que nos propone la fundación para evitar su uso excesivo:
- Los padres deben ser un modelo de uso responsable: Para dar ejemplo es necesario que los padres también dejen o rebajen considerablemente el uso de las TIC. Hay que establecer límites en el tiempo y usarlo para otras actividades.
- Designar un “tiempo” para conectar con él: Dependiendo del caso, el niño puede haber comenzado la adicción por tener ansiedad social. Así que una de las nuevas reglas es diferenciar cuándo se le permite y cuándo no se le permite el uso de estos dispositivos. Se deberá sustituir por un poco de tiempo para compartir con ellos.
- Explorar alternativas junto a él: Permítele que cree una lista de las cosas que le gusta hacer. Esta no puede incluir nada de tecnología. Aplica las ideas durante el “tiempo designado para conectar con él” cada vez que sea posible.
- Hacer la transición poco a poco: Alguien que es adicto a las TIC necesitará desconectarse progresivamente. Si se le elimina bruscamente, alimentaremos la ansiedad infantil en vez de mejorarla. Si tiene problemas de rendimiento y aprendizaje como consecuencia, no se le debe desafiar con actividades muy difíciles ni muy fáciles, porque se empeorará el estado de ánimo.
- Buscar ayuda profesional si es necesaria: Si la situación se ha vuelto incontrolable, no hay buena comunicación paterno-filial y la ansiedad es muy alta, lo mejor es buscar un profesional en psicología infantil que ayude a averiguar cuál es la raíz del problema y cómo se puede resolver.
Para ampliar esta información y descubrir cómo prevenir la adición de nuestros hijos a las Tic ingresa a:
Especial para Los Mejores Colegios
Por: Andrea Carolina Pedrosa
Equipo de redaccion de Los Mejores Colegios