Ahora nuestras salas, son escenarios de múltiples juegos, pistas de baile, canchas de entrenamiento y hasta en sesiones de Yoga, pero cuando logramos tomar un poco de tranquilidad, vuelve la incertidumbre, se hace más fuerte y como si fuera poco, nuestros hijos necesitan continuar con su educación.
Sabemos que lo has intentado todo y que los temores, el estrés y la ansiedad parecen no parar, ¿Cómo apoyar el trabajo académico de mis hijos, continuar con mi vida laboral y mantener el orden en mi hogar?, ¿Lo estaré haciendo bien? Estos y muchos otros han debido ser algunos de los interrogantes que te habrás hecho en los últimos días.
Debes saber que es normal sentir miedo, angustia y estrés. Todos en casa nos sentimos así. Si para ti es un reto, para tu hijo es un reto mucho más grande. Nadie estaba acostumbrado a compartir un espacio con la familia todo el día. Nuestros hijos luchan contra el hecho de extrañar a sus compañeros, su rutina y los juegos. Ellos no saben qué hacer con esa sensación, el tiempo se hace más largo y parece eterno.
¿Cómo buscar su bienestar?
Es importante aclarar que nuestro hogar no será el colegio y que no podrás asumir como madre o padre el rol del profesor. Tu trabajo es aún más trascendental en este momento, debes garantizar su bienestar y eso significa cuidar de su salud mental y física.
Sin embargo, la colaboración que le puedes brindar a tu hijo en este proceso de aprendizaje y adaptación es muy valiosa y necesaria. Genera un trabajo en equipo entre Colegio y Familia, propicia una comunicación constante que te permita abordar tus inquietudes y lograr una solución en conjunto.
La rutina escolar: Por estos tiempos es normal encontrarnos con dos situaciones: la falta de tareas (para mantener a nuestros hijos ocupados todo el día), o el exceso de ellas, situaciones que generan estrés para toda la familia.
El nuestro colegio hemos fortalecido la plataforma virtual educativa para poder continuar con el proceso de formación. El tenerla con anticipación nos ha garantizado las condiciones técnicas para generar el mejor espacio de aprendizaje para tus hijos.
Todos sabemos que una buena rutina diaria proporciona control y seguridad. Organiza junto a tu hijo su horario, incluye actividades para conectarte con la familia y cumplir nuevos objetivos. Antes hablábamos de un horario exclusivo de clases, pero ahora es necesario añadir actividades de ocio, por ejemplo, Buscar el Tesoro, jugar Caliente, Caliente, frío, frio…Tibio, Tibio…serán algunas pistas que les darás a tus hijos para encontrar el tesoro escondido o quizás, cocinar algo sencillo con formas especiales.
Es importante preparar a los niños para este nuevo reto educativo, explicándoles cómo va a funcionar la dinámica escolar. Propiciar un espacio donde haya diálogo y se pueda hablar de cómo se sienten bajo esta nueva experiencia, son actividades necesarias y vitales.
Ten presente seguir estos tres pasos para una buena comunicación emocional:
1. Normalizar: Recuerda que no hay emociones ni positivas ni negativas, todas son necesarias y nos permiten una mejor adaptación.
“Eso que sientes se llama ira y es normal sentirla. Cuando no puedes compartir con tus amigos o salir de casa, yo también me he sentido así, pero recuerda, estamos para ayudarte”.
2. Validar: Colócate en el lugar de tu hijo, esto bajará la intensidad emocional y le dará sentido a lo que él está viviendo.
“Veo que estás enojado porque no puedes compartir con tus amigos cómo quisieras, yo también me sentiría así, pero ahora no podemos salir, es peligroso para todos. Qué te parece si le escribes a tu amigo, pueda que también esté sintiendo lo mismo”
3. Etiquetar: Ayúdale a reconocer sus pensamientos y emociones, sus cambios fisiológicos darán pistas para identificar la emoción. Si le colocas un nombre será mucho más fácil expresar lo que sienten.
Es vital mantener una comunicación afectiva, de esta forma evitarás que las emociones escalen. U na ira puede ser el reflejo de estados de tristeza en tu hijo.
Ten en cuenta:
· Inicia la comunicación describiendo las situaciones, evita juzgar sus acciones
· Expresa lo que piensas y sientes, como padres enfrentas también miedos
· Solicita claramente a tu hijo lo que deseas que haga, recuerda dar una sola directriz a la vez
· Ser flexible: Estar dispuesto a escuchar, validar sus necesidades y posturas. Ojo, esto no necesariamente indica que debes aceptarlas
· Buscar estrategias para negociar, balancea las necesidades y posturas de tu familia para buscar un bien común.
Dale la oportunidad a tu hijo de lograr momentos de conexión con la familia, con sus amigos y con él mismo. Permítele estar a solas en algunos espacios. Sus clases virtuales serán los momentos en los que podrá hablar con sus amigos, pero sin llegar a ser necesariamente los únicos.
Puedes realizar un encuentro virtual para jugar en línea, organizar junto a otros padres un encuentro virtual o simplemente anima a tu hijo a hacer una videollamada a un compañero de clase.
Imaginas que esta situación hubiese pasado hace 20 años. Sin duda la tecnología ha sido la gran herramienta para el encuentro y debemos aprovecharla al máximo. Recuerda que no eres la única persona preguntándote cómo hacer para mantener el equilibrio en el hogar y a la vez, buscar el bienestar de tus hijos. En este momento todos tus esfuerzos tienen sentido.
Juntos lograremos enfrentar esta situación y pronto estaremos de regreso. No seremos los mismos de hace algunos meses. De seguro seremos mejores personas y seremos una mejor Familia Toscana.
Créditos:
Especial para Los Mejores Colegios
Por: Ingrid Catherine Ruiz Caro
Psicóloga
Gimnasio Toscana