Monseñor Ernesto Solano Echavarría, fundador del Colegio, sintetizó con frases célebres la filosofía del Colegio: “Formar antes que instruir” y “Ser Señor antes que Doctor”. Igualmente definió que se requieren pocos principios y los estableció en el Dodecálogo, 12 reglas sencillas y estimulantes, fundamentales para dar identidad a nuestros estudiantes como buenas personas en todos los ámbitos.
Promover estas competencias blandas entre los estudiantes garantiza una sana convivencia, el bienestar de la comunidad estudiantil y evidencian las características únicas de un estudiante del Colegio San Tarsicio que lo hacen feliz y a quienes lo rodean.
Con el fin de profundizar en dichos principios se creó la campaña del Buen Samaritano en la cual cada bimestre se toma como referencia un punto del Dodecálogo logrando fomentar diversos comportamientos y al tiempo, generar una disciplina positiva y de mejora continua.
Es así como se ha motivado vivir un espíritu alegre, un trato cordial y el ser colaborador con los compañeros, los profesores y en general con la comunidad bajo el principio que afirma que un alumno del San Tarsicio “es alegre, atento y servicial”.
El compañerismo, el servicio a los demás y la solidaridad es otro de los puntos que hacen parte de la campaña, se promueve el ser buenos seres humanos con los compañeros, sin exclusiones ni discriminaciones, haciendo que sea un distintivo propio de los estudiantes del San Tarsicio el que se tenga siempre presente que “es amigo de todos sus compañeros y ayuda a los demás”.
También se incluyen los buenos hábitos y modales en la mesa, reforzando estos aspectos en los momentos de nutrición sana en un entorno culto y agradable por el cual a imitación de su hogar se preocupa por saber portarse en el comedor teniendo presente que en el Colegio debe ser un caballero en la mesa.
La Disciplina de confianza promueve las habilidades de autonomía y autorregulación, enmarcadas en el buen comportamiento. La campaña estimula a los estudiantes para que demuestren una conducta adecuada dentro y fuera del aula de clases en cualquier momento. Es por eso que se estimula y genera la conciencia de que un alumno del San Tarsicio “no necesita que lo vigilen para portarse bien”.
Más allá del reconocimiento a quienes se destacan en el cumplimiento de estos principios, la iniciativa de “El Buen Samaritano” se enfoca en trabajar con todos los estudiantes virtudes y principios que los convertirán en buenos seres humanos que ayudan a los demás con alegría, dan lo mejor de sí mismos y generan una mejor sociedad.