Todo el mundo puede practicar matemáticas
Hace poco volví a ver la película Ratatouille y al final, el personaje Anton Ego monologa su crítica. En su crítica, dice que “no todo el mundo puede llegar a ser un gran artista, pero un gran artista puede surgir de cualquier parte”. Anton Ego, Ratatouille (Lewis & Bird, 2007). Esa frase tiene la misma esencia que nuestra idea de lo que las Matemáticas significan para la gente, o deberían, al menos. No todo el mundo puede llegar a ser un gran matemático, pero cualquiera puede realizar y disfrutar de las matemáticas, ya que vienen en diferentes sabores.
Algunas personas le temen a la simple idea de las Matemáticas; no necesariamente a los ejercicios o a los conceptos en sí, a esta condición se le llama Ansiedad Matemática. En el artículo Ansiedad matemática: Qué es y cómo superarla, escrito por Mary West, se explica que algunas de las causas de este trastorno pueden ser experiencias negativas en el aula (mala experiencia con el profesor o los compañeros), rendimiento en Matemáticas (malos resultados en las evaluaciones), Prejuicios y sesgos (creencia popular de que los niños son mejores en Matemáticas que las niñas) o Discalculia (la dificultad para trabajar con números).
En Knightsbridge Schools International Bogotá (KSI Bogotá), celebramos el día Pi el 14 de marzo, fue una celebración de diferentes actividades matemáticas donde participó todo el colegio, desde preescolares hasta estudiantes de último año. Tuvimos siete estaciones, cada una con una actividad única, ajustadas a la edad y grado de los estudiantes. En la primera estación, tuvimos Matemáticas Mentales, donde los estudiantes tenían un conjunto de diferentes ejercicios que requerían ser resueltos mentalmente. Esta actividad requería que los alumnos no solo hicieran cálculos matemáticos, sino también razonamiento matemático. La segunda estación era Sopa de letras, un ejercicio en el que los alumnos leían palabras tanto horizontal como verticalmente, habilidades esenciales para leer gráficos, mapas y muchas representaciones en 2D.
Las dos primeras estaciones eran evidentes sobre las habilidades matemáticas, pero también podemos aplicar las Matemáticas a través de juegos, que se encontraban en las tres estaciones siguientes. En la tercera estación, encontramos los rompecabezas matemáticos, donde los alumnos participaron en la Torre de Hanoi y también en Spot it.
En la primera actividad, los alumnos deben mover hasta cuatro discos desde la primera clavija hasta la tercera en orden, donde se requiere proceso analítico y planificación para resolverlo en el menor número de movimientos posibles. Por otro lado, Spot it requiere una mente aguda y el reconocimiento de formas similares (no necesariamente congruentes, ya que las formas pueden tener diferentes tamaños). En la cuarta estación, tuvimos la búsqueda del tesoro, en la que los alumnos tenían que resolver una lista de requisitos; el giro en esta actividad fue que se utilizaron los dígitos de Pi. A modo de ejemplo, en las tres primeras actividades se pedían tres objetos de la vida real con forma de círculo, una ciudad con el prefijo 314 y cuatro letras del alfabeto con simetría rotacional. En la quinta estación, habíamos utilizado la aplicación Criptograma, en la que los números se representan mediante símbolos y el alumno tenía que conectar los símbolos con los números correctos.
Las dos últimas estaciones requerían que los alumnos utilizaran la tecnología para resolver las actividades. La sexta estación, llamada Chistes matemáticos, consistía en pedir a Chat GPT o Google que contara un chiste matemático y los alumnos, divididos en grupos, seleccionaban el chiste que les parecía gracioso y lo representaban delante de la clase. Los chistes pretenden demostrar el grado de comprensión de los conceptos por parte del alumno y su capacidad para comunicarse de diferentes maneras. Es una habilidad esencial para comunicarse matemáticamente, aunque se trate de un chiste. La última estación eran los puzzles de palillos, en los que se presentaba a los alumnos una expresión incorrecta y tenían que mover un palillo para corregirla. Es una actividad que requiere que los alumnos piensen analíticamente y consideren diferentes representaciones para las expresiones encontradas.
A través de las actividades, los estudiantes fueron capaces de hacer matemáticas, con diferentes niveles y de diferentes maneras, no se sentía como un examen de matemáticas, sino más bien como una experiencia matemática durante las dos horas que designamos para los ejercicios. La comunidad KSI experimentó las matemáticas de una forma tan diferente que no tuvieron ninguna experiencia negativa en el aula, no tuvieron que preocuparse por el rendimiento, la experiencia debía estar libre de prejuicios y sesgos, las personas con discalculia aún pueden participar activamente en muchas de las actividades. Al final, todos disfrutaron de la experiencia e hicieron matemáticas.