¿Te has preguntado realmente qué es el éxito? Hoy en día muchos papás y mamás buscan alternativas para que sus hijos lo tengan y para ello fijan su atención en instituciones que exigen un alto nivel académico. Pero ¿dónde queda lo que los hace
felices? En este artículo te hablamos de educación y felicidad, por qué deben ir ligados y cómo influyen en el desarrollo de tu hija/o.
Ten en cuenta que la felicidad, como cualquier otra materia, se aprende y se construye desde la niñez. Te contamos más:
Educación y felicidad en las instituciones educativas.
Muchos niños sonríen constantemente en los colegios, esto no indica que estén 100% felices. A veces pasan desapercibidos sus problemas o inseguridades, entonces ¿un niño cuándo es realmente feliz? Cuando entiende que cada situación difícil tiene una solución,cuando se siente bien cómo es (con sus fortalezas y debilidades), cuando aprende a relacionarse socialmente y cuando sabe afrontar los retos del día a día.
La psicología positiva fue creada por Martin Seligman, un estadounidense que afirma quela felicidad se logra a partir de hábitos y creencias que pueden ir cambiando con el tiempo. En otras palabras, pueden ser modificables y aprendidos durante el crecimiento de cada ser humano. Por lo tanto, las instituciones educativas deben contemplar este aspecto así como las matemáticas o las ciencias.
Por otro lado, es fundamental que los colegios potencialicen el autoconocimiento de lo estudiantes, su inteligencia emocional y sus habilidades creativas y sociales para que tengan herramientas a la hora de enfrentarse a los desafíos del mundo.
Está comprobado que si un niño solo se fija en sus metas académicas y deja de lado sus espacios de esparcimiento, su nivel de frustración se hace creciente.
Por lo anterior, es clave que los papás busquen opciones educativas que contemplen programas y Ambientes de Aprendizaje en donde sus hijos/as puedan experimentar, opinar, expresar y aprender libremente de acuerdo a su ritmo y fortalezas. De esta manera, a medida que van creciendo pueden sentirse autorrealizados y con una alta autoestima.
La felicidad: más que una materia
La educación del futuro indudablemente debe contemplar las emociones que florecen a
raíz de los aprendizajes cotidianos. Cada sentimiento positivo o negativo influye en el modo en que los niños aprenden a ver el mundo o la motivación para estudiar cada asignatura, es por esto, que la felicidad más que una materia debería ser un eje
fundamental para cada área de la educación.
Más que sumas y restas:
Las ciencias sociales, las matemáticas o la química, son materias que ayudan a la formación académica de los niños. Sin embargo, forjar herramientas para que gestionen sus emociones y sean resilientes frente a las diferentes situaciones de la vida, es más que clave. De esta manera, no solo tendrán capacidades para el mundo laboral, sino para el ámbito personal.
Por otro lado, cuando la educación y la felicidad van de la mano, los estudiantes tienen más flexibilidad y fortaleza para enfrentar los cambios, además de volverse más creativos, compañeristas, empáticos y propositivos.
Métodos alternativos:
Las actividades al aire libre, los juegos y las clases diferentes, deberían ser parte de los programas académicos, no solo en la etapa colegial sino universitaria.
Cuando las risas, la curiosidad y el dinamismo hacen parte del aprendizaje, este se hace más positivo y duradero.
La felicidad en la educación con psicología positiva:
Cuando nuestro cerebro asocia los aprendizajes a sensaciones de felicidad, el proceso esmucho más sencillo y enriquecedor. En cambio, cuando se siente una obligación forzada, la frustración, los nervios y la angustia, se hacen presentes.
Así que cuando se le enseña a los estudiantes a expresarse libremente y sin miedos, a cultivar relaciones sanas y a manejar las situaciones difíciles que se les presente, el resultado no solamente es exitoso sino que se convierten en personas mucho más felices y seguras de sí mismas.
En conclusión, la educación y felicidad son dos conceptos que deben caminar de la mano para la realización completa de los estudiantes. Cuando están felices y motivados, los resultados de su aprendizaje académico son más positivos, así como el trabajo que desempeñen a futuro será más productivo y eficaz.