El reto de la educación virtual

A raíz de la situación actual por la que atraviesa el mundo entero, el sector de la educación se vio obligado a explorar nuevos modelos que favorezcan no solo la continuidad en los programas académicos, sino también la calidad, que, en resumen, es el factor determinante.

En Colombia, desde marzo venimos escuchando de educación virtual, homeschooling, alternancia, educación semipresencial o blended learning, y clases virtuales, entre otros. No obstante, la realidad nos muestra que, además de existir una confusión de términos, ninguna institución del país está ofreciendo una verdadera educación virtual.

Lo primero que se debe entender es que esta modalidad hace parte de la educación a distancia y se lleva a cabo correctamente en aquellas instituciones que desarrollan currículos que se adaptan a este tipo de enseñanza. Además, que han elaborado pruebas y ajustes a los procesos, metodologías y estrategias que funcionan según la edad del estudiante, las temáticas, el entorno y la conectividad.

Así, una educación virtual de calidad se logra con la articulación coherente y armónica del modelo de formación con el uso adecuado de instrumentos, metodologías y tecnología, tal y como sucede de manera exitosa en la educación presencial.

Como respuesta a las condiciones del entorno, las instituciones educativas trabajan en la virtualización del currículo realizando ajustes metodológicos, y ajustando los tiempos de interacción y actividades, lo cual, de ninguna manera, puede denominarse educación virtual.

Las experiencias en algunos colegios han mostrado que el simple traslado de las clases presenciales a las plataformas existentes, sin cambios de intensidad, ajustes metodológicos o revisión de objetivos, resulta insuficiente. Y, a pesar de contar con algunas ventajas (como un alto grado de interacción con docentes y compañeros), este abordaje educativo impacta negativamente en el desarrollo de los estudiantes, especialmente en los más pequeños.

En otros casos, especialmente en los colegios de enfoque internacional, además de ofrecer las clases virtuales sincrónicas, es decir, en vivo y en directo, se incorporan horas con actividades asincrónicas, en donde el estudiante puede trabajar por su cuenta y a su ritmo. Bajo este modelo la motivación y la disciplina para cumplir con las actividades se ve altamente afectada, ya que puede no existir un seguimiento y acompañamiento permanente por parte de los profesores.

En Knightsbridge Schools International Bogotá, las soluciones brindadas han incorporado lo mejor de los enfoques tradicionales, aplicando ajustes de intensidad horaria y teniendo en cuenta las características o restricciones del acceso a internet de nuestros estudiantes.

Además, en KSI Bogotá se capacitó a los profesores y se diseñó un programa en línea basado en la metodología blended-learning, con rediseño de objetivos y metodologías con el propósito de asegurar el contacto diario con los estudiantes, y permitir el avance al ritmo de cada uno.

Todo esto, teniendo presentes los elementos de salud mental y bienestar que enfrentan los estudiantes frente al uso de la tecnología. La institución ofrece actividades que, de acuerdo con la edad, son convenientes para dedicar al aprendizaje a través de los dispositivos digitales.

Al ser un colegio pequeño, han podido asegurar clases sincrónicas y asincrónicas todos los días, manteniendo además un balance en el acompañamiento por parte de los profesores, la interacción con educadores y compañeros, el avance según el ritmo de cada estudiante y el refuerzo de metodologías activas centradas en la agencia de los alumnos bajo la guía del docente.

Gracias al éxito que logró con el programa que desarrolló y al alto nivel de satisfacción de estudiantes y padres de familia, el proceso que inició a partir de agosto tendrá el mismo modelo con algunos ajustes basados en la experiencia y retroalimentación de padres y estudiantes, con la posibilidad de tener clases presenciales dos o tres veces por semana para aquellos estudiantes que puedan asistir al colegio.

En la incertidumbre de la circunstancia actual y la dificultad de anticipar cuándo se regresará a una modalidad ciento por ciento presencial, abordajes como el de KSI Bogotá esperan ser un punto de referencia para el sostenimiento de los procesos educativos en una época de disrupción de las prácticas tradicionales de la educación, recordando que el bienestar de los estudiantes debe ser el eje fundamental para crear nuevas estrategias y metodologías.

Especial para Los Mejores Colegios
Por: KSI Knightsbridge Schools International Bogotá