Entender los parámetros de comportamiento y de socialización que han terminado imponiéndose debido a la permeabilidad de las redes sociales.
La mesa familiar pasa a ser un campo de batalla en donde gana el niño con la disculpa “que coma lo que le gusta para que no se quede con el estómago vacío”. Y lo que le “gusta” pueden ser hamburguesas, dulces, gaseosas y fritos.