El Padre Javier Pinto B., Rector del Liceo de Cervantes es un religioso de la Orden de San Agustín la cual trabaja en educación en 50 países. El Padre Javier cuenta con 39 años de experiencia en educación en Colombia, Perú y Chile. Tiene una Licenciatura en Educación por la Universidad Salesiana de Roma, una Licenciatura en Teología y Diplomados en Resiliencia y Sentido de Vida por la Universidad Javeriana de Bogotá y un Diplomado en Catequética por el Instituto Catequético de Santiago de Chile.
En esta ocasión, el Padre Javier nos contará algunos detalles acerca de su trabajo y objetivos en la Rectoría del Liceo de Cervantes.
¿Cuál es su sueño para la educación en Colombia?
Mi sueño en el trabajo de educar, en cualquier lugar del mundo y especialmente en mi país, es formar personas con valores de humanidad, de sana convivencia social y de trascendencia, ya que una persona con valores es reconocida en cualquier parte, es capaz de afrontar los desafíos presentes en las diversas realidades y está dispuesta a transformar los ambientes para que la vida sea posible; es una persona que sabe ubicarse en las diferentes realidades, es valiente ante las dificultades y ofrece alternativas para la mejora continua de su entorno inmediato como aporte al cambio del mundo global.
¿Cuáles son los retos de un egresado Cervantino?
Un Cervantino egresa preparado para afrontar los retos de la vida con seguridad y dar lo mejor de su existencia en la búsqueda del cambio de la realidad en la cual vive con los demás; no duda de sus capacidades y es un líder formador de otros líderes a su alrededor; los desafíos que le presenta el mundo actual no le atemorizan, pues es consciente de sus capacidades para superar cualquier obstáculo que encuentre en la ruta de la vida.
¿Cuál es su inspiración para administrar la Rectoría del Colegio?
Me inspira gestionar la Rectoría la convicción de que el mundo necesita personas libres, responsables y capacitadas para ofrecer alternativas nuevas, exigidas por la frontera de la historia, pues la educación es la única alternativa para cultivar personas libres, seguras de sí mismas y dispuestas a asumir su responsabilidad histórica.
¿Qué le hubiese gustado aprender hace cinco años?
El maestro siempre debe considerarse un aprendiz en la lectura crítica de la “asignatura” de la vida. Debe estar abierto a lo nuevo para enriquecer la experiencia de la madurez. Hace cinco años me hubiese gustado estar más atento a la capacidad de “dudar” de lo establecido, de lo ya encontrado y haber buscado nuevas alternativas en la misión de maestro porque me doy cuenta que, en la tarea de educar, la escuela debe caminar en la frontera de la historia, no en la retaguardia de lo tradicional y ya hecho. El libro de la vida siempre se renueva, nada es estático ni acabado. Debemos trabajar la educación en la frontera de la vida y de la historia, valorando, por supuesto, la huella de los buenos aprendizajes, pero siempre abiertos a buscar nuevas metas, las cuales siempre están más allá de lo ya descubierto.
Desde su Dirección ¿Qué objetivos tiene para la educación de los estudiantes?
El Liceo de Cervantes trabaja con y para las generaciones denominadas “Millennials”, las que buscan ser protagonistas en el tercer milenio que transcurre. Nuestra ocupación es atender a los desafíos planteados por el avance exponencial de la tecnología y la inteligencia artificial que inquietan a las nuevas generaciones de hombres y mujeres que transitan por la ruta del siglo XXI. Nuestro objetivo es motivar a las generaciones juveniles para que sepan leer, con sentido crítico, las realidades nuevas e importantes que les cuestionan en este momento de la historia, pues los jóvenes anhelan encontrar el espacio para desarrollar sus vidas y compartir con los demás lo que descubren con sus talentos.
El Liceo de Cervantes busca caminar con los jóvenes en la frontera de la vida y de la historia, acompañándolos en su búsqueda de alternativas para poner en juego los talentos cultivados durante su itinerario en el claustro Cervantino.
Hacemos la invitación a conocer el Liceo de Cervantes, en sus Sedes de Bogotá y Barranquilla, para que descubran la Pedagogía Cervantina, donde la persona es el centro de una comunidad que camina hacia la trascendencia y donde el maestro es el tutor que acompaña la construcción de la persona que busca posicionarse en el escenario que la historia le propone, iluminar y transformarla poniendo en juego sus talentos.
San Agustín de Hipona, con su Pedagogía Humanista-Constructivista y su Antropología de la Interioridad, nos invita a trabajar la integridad del ser humano, su unidad bio-psico-espiritual, para que encuentre el sentido de su existencia como riqueza única, capaz de integrarse y aportar a la realización de los demás, en el aquí y el ahora. Un millón de gracias a todos quienes nos siguen a través de las Redes Sociales.