La libertad, al igual que el amor y la amistad, es un valor de juventud. Para muchos, se define en actuar o pensar sin que otro lo coaccione, sin embargo, descubramos juntos qué es ser libre según los jóvenes de hoy.
Te presentamos el cuarto capítulo de la serie ‘A mi yo Adolescente’ proyecto de educación para una vida mejor del banco BBVA, en colaboración con el Diario El País de España, dirigido, en esta ocasión, por el filósofo y maestro Gregorio Luri, quien se reúne con un grupo de adolescentes para conocer cómo actúan, piensan y se imaginan la libertad.
Mediante un diálogo intergeneracional, Gregorio Luri conversa con un grupo de jóvenes y nos cuentan por qué la libertad es un derecho con responsabilidades.
Si cada uno tiene derecho a ser libre de manera distinta, ¿Quién tiene derecho a ponerle límites a los jóvenes para expresarse de manera diferente?
Lo primero que nos dicen los jóvenes que hacen parte de esta conversación es que la libertad y los límites van de la mano. Ahora bien, teniendo en cuenta lo anterior, Gregorio pregunta: ¿Cómo podemos incrementar nuestra posibilidad de actuar aun sabiendo que hay límites? Ellos, en medio de un consenso nos dan las siguientes respuestas: La primera, que la libertad y los valores deben estar unidos, es decir, que el ideal de libertad es la posibilidad de elegir lo mejor y esto solo se logra ligado a los principios y, la segunda, que siempre se deben respetar las normas sociales y morales. Por lo tanto, la libertad está ligada a los otros. Como lo dice un filósofo: “Es la libertad del otro la que expande la mía, por lo tanto, cuando más libres sean los otros, más libre soy yo”
Por tanto, la libertad está unida a los límites, vistos como reglas que van desde códigos morales hasta la ética social, y, también está atada al deber. Gregorio la define de la siguiente manera: “La libertad es aquello que nos muestra la claridad de nuestro deber. Cuando sabemos cuál es nuestro deber, sabemos inmediatamente si debemos respetarlo o no. Somos libres solo si conocemos nuestro deber.”
Por otro lado, a los jóvenes no les gusta la idea de autoridad y sienten un “deseo de rebeldía”. Ellos aseguran que con el exceso de información son más críticos que otras generaciones y ya no temen decir si están o no de acuerdo con algo. Asimismo, nos piden a los padres dejar a un lado la imagen de hijos perfectos. Uno de los entrevistados nos dice: Para que los adolescentes puedan ser más libres, los adultos deben tener más empatía y menos generalización de: “tú no vas a comprender esto.”
Además, todos concuerdan con que la relación de respeto no debe ser unilateral. “No debemos respetar a nuestros padres, si ellos no nos respetan” comentan.
Confianza y libertad
La libertad, el respeto y la confianza se ganan. Algunos jóvenes tienen miedo a las reacciones de los padres, por eso mienten o niegan cuando quieren libertad. Ellos, nos cuenta que saben que la libertad y la responsabilidad también son solo uno y sienten que no deberían pedir autorización a sus padres para hacer algunas cosas, por ejemplo, si papá o mamá de joven se hicieron un tatuaje, por qué el hijo debe pedir autorización. Con base en esto, aseguran que es necesario una buena comunicación y permitir que los hijos tomen decisiones propias.
No obstante, para la convivencia se necesitan límites, así lo asegura el Artículo 155 del Código Civil español, el cual dice textualmente que:
Los hijos deben:
- Obedecer a sus padres mientras permanezcan bajo su potestad, y respetarles siempre.
- Contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella.
Ninguno de los jóvenes de la conversación está 100% de acuerdo con lo estipulado, ya que, como se dijo antes, consideran que el respeto no debe ser solo hacia los padres, sino que los hijos también lo merecen. Violeta Esteban, psicóloga invitada a la conversación, nos da su punto de vista al respecto y nos explica que la adolescencia es una época de exploración y límites. La exploración, se refiere a la curiosidad que sienten los jóvenes por construir experiencias propias y desarrollar sentido crítico y los límites son las normas que deberían construirse a partir de una buena comunicación.
Los jóvenes entienden que los padres sentimos miedo y, en muchas ocasiones, sobrevaloramos los peligros, pero, nos recuerdan que es una época prevista para aprender, asumir riesgos y tener control sobre las acciones, no nos piden un sí a todo, sino que antes de obligar o dar un no, expliquemos las cosas. A veces, los cohibimos tanto que cuando nuestros jóvenes deben enfrentarse a un problema real no saben cómo.
Descubre el cuarto capítulo dando clic en el siguiente video:
¿Quieres ver el primer capítulo y conocer en qué se parece tu hijo adolescente a ti? Ingresa a: www.losmejorescolegios.com/tiempo-de-padres/tu-hijo-adolescente-se-parece-a-ti-te-presentamos-el-primer-capitulo-de-la-serie-a-mi-yo-adolescente/41589/
Para ver los 9 episodios protagonizados por un grupo distinto de jóvenes ingresa a: www.bbvaaprendemosjuntos.com/es/a-mi-yo-adolescente
Para completar la información anterior, te compartimos algunos consejos que podemos seguir para dar más libertad a nuestros hijos y potenciar la confianza, escritos por María José Roldan para el portal web Etapa Infantil.
- Las salidas deben ser donde se dice que van a ser. Si cambia el plan te lo tiene que decir. Si te lo dice y es verdad, deberás ser agradecido y si no te lo quiere decir, entonces no te enfades con él o ella, simplemente hazle saber que sin confianza por ambas partes no podrá conseguir la libertad que desea. Debe ser un ganar-ganar.
- Tu hijo debe estar siempre localizable. Es muy importante que tanto tú como tu hijo estén siempre localizables cuando están separados. Deja tu teléfono con sonido por si llama y así puedas responder rápidamente y lo mismo debes exigirle a él. No significa que le vayas a llamar a cada dos por tres, pero si ocurre algo debe saberlo inmediatamente. Para esto, es necesario llegar a un acuerdo de ponerse en contacto con ellos tan solo si es necesario. Dale el espacio que necesita.
- La honestidad, ante todo. Es muy importante que sean honestos por ambas partes. Si tu hijo es honesto contigo y te dice la verdad de las cosas, es necesario que a cambio seas comprensivo. Si ha ocurrido algo negativo, pero tu hijo te ha dicho la verdad, hazle ver que la honestidad tiene más recompensa y estipula una consecuencia negativa acorde a lo ocurrido, teniendo en cuenta que ha sido lo suficientemente valiente como para decir la verdad.
Para conocer otros consejos ingresa a: https://www.etapainfantil.com/libertad-adolescentes-confiar
Por: Andrea Carolina Pedroza
Equipo de redacción de Los Mejores Colegios