El camino hacia una cultura de seguridad comienza con la implementación de principios básicos de prevención. Se sugieren cuatro aspectos claves para un enfoque efectivo: Reglas claras aplicables a todos, evaluación y selección de personal con enfoque en riesgos específicos, capacitación y monitoreo, identificación, respuesta y denuncia frente a incidentes.
Identificar:
El consumo de drogas, alcohol, acoso sexual y bullying no ocurre de manera instantánea; son procesos que requieren atención. Es vital que el personal educativo reconozca las señales de advertencia y que la institución desarrolle protocolos específicos para abordar estas situaciones.
Responder:
Una respuesta efectiva a incidentes incluye acoger, contener y buscar ayuda para la víctima, detener de inmediato el comportamiento inapropiado y documentar objetivamente el incidente. Desarrollar canales formales para la denuncia es crucial para prevenir futuros episodios y fomentar un ambiente seguro.
Denunciar:
Mantener una tolerancia cero al consumo de drogas, alcohol, acoso sexual y bullying requiere la participación activa de toda la comunidad educativa. Docentes y personal deben informar inmediatamente comportamientos sospechosos, la institución debe informar la seriedad con la que se toman estas denuncias, siguiendo procedimientos cuidadosos.