Querer entender a los adolescentes sin conocer las etapas es casi imposible. No es lo mismo hablar con un adolescente de 14 que con uno de 17 años, por eso, es importante identificar qué tienen en común, qué los diferencia y cómo podemos acompañar a nuestros hijos en cada uno de los momentos de su crecimiento.
Según UNICEF “la adolescencia es una etapa necesaria e importante para hacernos adultos. Pero esencialmente es una etapa con valor y riqueza en sí misma, que brinda infinitas posibilidades para el aprendizaje y el desarrollo de fortalezas. Es una etapa desafiante, de muchos cambios e interrogantes para los adolescentes, pero también para sus padres y adultos cercanos.”
Por lo tanto, la adolescencia es el punto medio entre la niñez y la adultez que trae consigo un montón de cambios físicos, sexuales, cognitivos, sociales y emocionales. Por lo anterior, el portal web Healty Children nos comparte qué se puede esperar en las distintas etapas y cómo podemos promover un desarrollo saludable durante toda la adolescencia y a principios de la adultez:
Adolescencia temprana (entre los 10 y los 13 años)
Durante esta etapa, los niños suelen comenzar a crecer más rápido. También empiezan a notar otros cambios corporales, entre los que se incluyen el crecimiento de vello en las axilas y en la zona genital, el desarrollo de los senos en las mujeres y el aumento del tamaño de los testículos en los varones. Por lo general empieza uno o dos años antes en las niñas que, en los varones, y puede ser normal que algunos cambios comiencen tan pronto como a los 8 años para las niñas y a los 9 años para los varones. Muchas niñas tienen su primera menstruación alrededor de los 12 años, en promedio de 2 a 3 años después del comienzo del desarrollo de los senos.
Adolescencia media (entre los 14 y los 17 años)
Los cambios físicos que comenzaron en la pubertad continúan durante la adolescencia media. La mayoría de los varones comienzan su “crecimiento repentino” y continúan los cambios relacionados con la pubertad. Es posible, por ejemplo, que se les quiebre la voz a medida que se les va agravando. A algunos le sale acné. Es probable que los cambios físicos estén casi completos en las mujeres y la mayoría de las niñas ya tenga menstruaciones regulares.
A esta edad, a muchos adolescentes les surge el interés en las relaciones románticas y sexuales. Probablemente se cuestionen su identidad sexual y la exploren, lo que podría resultar estresante si no tienen el apoyo de sus pares, de la familia o de la comunidad. Otra forma típica de explorar el sexo y la sexualidad de los adolescentes de todos los géneros es la autoestimulación, también llamada masturbación.
Adolescencia tardía (18 a 21 años… ¡o más!)
Los jóvenes en la adolescencia tardía por lo general ya completaron el desarrollo físico y alcanzaron la altura definitiva que tendrán como adultos. Para esta edad suelen tener más control de sus impulsos y pueden sopesar los riesgos y recompensas mejor y con más precisión. Los adolescentes que se convierten en adultos jóvenes tienen ahora un sentido más firme de su propia individualidad y pueden identificar sus propios valores. Se centran más en el futuro y basan sus decisiones en sus ilusiones e ideales. Las amistades y las relaciones románticas se tornan más estables. Se separan más de su familia, tanto física como emocionalmente. No obstante, muchos restablecen una relación “adulta” con sus padres, considerándolos personas de su mismo nivel a quienes pedir consejos y con quienes hablar de temas serios, en vez de una figura de autoridad.
Descubre el articulo completo ingresando a:www.healthychildren.org/Spanish/ages-stages/teen/Paginas/Stages-of-Adolescence.aspx
Para complementar la información anterior, te presentamos cuáles son los consejos que puedes hacer para ayudar a tu hijo en esta etapa, desarrollados por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC)
- Habla con tu hijo acerca de sus preocupaciones y presta atención a cualquier cambio en su comportamiento. Pregúntale si ha tenido pensamientos suicidas, especialmente si parece triste o deprimido. Hacer preguntas sobre el suicidio no le meterá a tu hijo ese tipo de ideas en la cabeza, pero sí le hará saber que a ti te importa lo que siente. Busca ayuda profesional si es necesario.
- Demuestra interés en las actividades y pasatiempos escolares y extracurriculares de tu hijo, y anímalo a participar en actividades relacionadas con deportes, música, teatro y arte.
- Anímalo a que haga actividades como voluntario y a que se involucre en actividades cívicas de la comunidad.
- Elógialo, y celebra sus logros y esfuerzos.
- Demuéstrale afecto. Pasen tiempo juntos haciendo cosas que disfruten.
- Respeta la opinión de tu hijo. Escúchalo sin restar importancia a sus inquietudes.
- Aliéntalo a que busque soluciones a problemas o conflictos. Ayúdalo a saber cómo tomar buenas decisiones. Crea oportunidades para que use su propio criterio, y muéstrale que puede contar con tu consejo y apoyo.
- Si tu hijo usa Internet para entretenerse con juegos, salas de chat y mensajes instantáneos, anímalo a tomar buenas decisiones acerca de lo que postea y la cantidad de tiempo que pasa en estas actividades.
- Si tu hijo trabaja, aprovecha la oportunidad para hablar sobre expectativas, responsabilidades y otros aspectos relacionados con el comportamiento adecuado en ambientes públicos.
- Habla con tu hijo y ayúdalo a pensar en cómo enfrentar situaciones difíciles o incómodas. Hablen de lo que puede hacer si está en un grupo y alguien consume drogas, si lo presionan para tener relaciones sexuales o si alguien que ha estado bebiendo alcohol le ofrece llevarlo en su auto.
- Respeta la necesidad de privacidad de tu hijo.
- Aliéntalo a que duerma lo necesario, a que haga suficiente ejercicio, y a que se alimente de forma saludable y equilibrada.
Amplia esta información haciendo clic en: www.cdc.gov/ncbddd/spanish/childdevelopment/positiveparenting/adolescence2.html
Para finalizar, te presentamos a Carmen Rodríguez, psicóloga y doctora en educación, quien nos explica qué es la adolescencia, qué sucede en esta etapa a nivel psicológico, biológico y social, qué conductas son “esperables” y cuándo preocuparse:
Por: Andrea Carolina Pedroza
Equipo de redacción de Los Mejores Colegios