Como bien sabemos, la adolescencia es una etapa compleja donde puede aparecer un sentimiento de soledad en nuestros hijos; puede que no lo expresen directamente pero que los notemos raros, tristes, distantes, que ya no quieran hacer cosas con nosotros, o que se encierren todo el día en su habitación.
Sea como sea que aparezca, el sentimiento de soledad durante la adolescencia es algo totalmente normal. Sin embargo, siempre insistimos en que, si la sensación se alarga en el tiempo, si es excesivamente intensa o si interfiere en el funcionamiento de tu hijo, lo mejor es pedir ayuda profesional.
Durante la adolescencia nuestros hijos pueden comportarse de una forma que no entendemos, ya que están pasando por una etapa compleja. Sabemos que en esta etapa buscan su espacio, su intimidad, su libertad y su identidad.
Y a raíz de ello pueden poner distancia con nosotros (a nivel físico y emocional), volverse herméticos y dejar de contarnos lo que les preocupa. O contarnos precisamente que se sienten solos. Y este sentimiento, el de la soledad, es muy frecuente, lo que a su vez puede conllevar una baja autoestima, emociones como la tristeza, el aburrimiento, la sensación de vacío o incluso el desconcierto.
Todo ello muchas veces deriva del afrontamiento de situaciones en las que los chicos pueden sentirse perdidos o desbordados, sin saber muy bien cómo actuar o cómo reaccionar. Pero, ¿qué más hay detrás de este sentimiento de soledad? Algunas de sus posibles causas, si indagamos un poco más profundamente en esta etapa de su vida, son:
La búsqueda de su identidad
El proceso de búsqueda de la propia identidad no es fácil. Cuando aparece ese desconcierto, o esa disonancia, entre el “yo ideal” que se busca, y el “yo real”, puede aparecer este sentimiento de soledad del que hablamos.
El joven adolescente puede sentir que no sabe quién es, o que es difícil convertirse en quien quiere ser, y, por lo tanto, aparece este sentimiento de desasosiego y soledad.
Los cambios físicos, hormonales y psicológicos
Los numerosos cambios que experimenta nuestro hijo adolescente, tanto físicos y hormonales como psicológicos, provocan desajustes en su forma de ser, pensar y comportarse. ¿Por qué? Porque el adolescente debe adaptarse constantemente a estos cambios, lo cual no es fácil.
Y a raíz de ello, y si percibe que los demás no se ponen en su lugar, o no saben muy bien cómo hacerlo, puede llegar a sentir que no le entienden, y por lo tanto sentirse solo.
Algún conflicto con los amigos
Durante la época adolescente los grupos sociales son muy importantes para nuestros hijos. Y con ello hacemos referencia a sus iguales y a sus amigos.
Pues bien, un posible conflicto con algún amigo también puede ser la causa de este sentimiento de soledad en tu hijo, o el hecho de no sentirse integrado en el grupo, de sentirse incomprendido, de ser diferente.
Un desamor
Un desamor, una desilusión o una ruptura amorosa también son situaciones que pueden explicar que tu hijo adolescente se sienta solo.
Además, sabemos que las primeras rupturas se viven con mucha intensidad, y es normal que los chicos y chicas las sientan como muy dolorosas. Entonces, ¿Cómo ayudar a mi hijo adolescente?
Deja que se explique
Intenta que tu hijo se abra a ti, sin forzar la situación, pero demostrando interés por cómo está. Busca un momento tranquilo para ambos y utiliza preguntas abiertas (las preguntas cerradas llevan a conversaciones más cortas y superficiales).
Escucha y observa: ¿qué hay detrás de sus palabras? ¿Qué quiere decir realmente cuando dice que “se siente solo”? Y si tienes dudas, pregúntale, pero evita ser muy insistente porque eso sería contraproducente.
Indaga en las causas de su soledad
A través del diálogo y del punto anterior, intenta acercarte a tu hijo y averiguar las causas de esa soledad.
¿Es por alguna decepción con los amigos? ¿Por un desamor? O quizás, ¿es la propia adolescencia con sus altibajos emocionales? Solo a través de la causa podrás encontrar la manera de ayudarlo.
Es importante conocer qué hay detrás de ese sentimiento de soledad en nuestros hijos para poner en marcha acciones que permitan ayudarles.
Explícale tú también
Aunque tu hijo probablemente no lo tenga en mente, ¡tú también has sido adolescente! Y eso puede convertirse en una buena herramienta para que confíe en ti.
Explícale tú también cómo te sentiste durante tu adolescencia, los momentos más oscuros y por qué te sentías sola o triste a veces. Eso puede facilitar que se abra a ti.
Buscar la forma de fortalecer su vínculo
Pueden ser un equipo, pero para ello, es importante que cultiven un vínculo sano. Buscar maneras de cultivar esa conexión, esa confianza; pasando tiempo juntos, buscando intereses comunes, planes que le apetezcan, etc.
Y sal de vez en cuando del rol de “madre” o “padre”; conecta con él desde tu faceta más amigable.
Válida y normaliza sus emociones
El sentimiento de soledad es algo humano y universal. Todos, independientemente de nuestra edad, nos hemos sentido así en algún momento de nuestra vida (o nos sentiremos así). Por ello, es importante que normalices este sentimiento que tiene tu hijo y que aceptes y valides sus emociones.
Sin embargo, insistimos, cuando ese sentimiento resulta invalidante o excesivamente intenso, es importante que valoremos la opción de pedir ayuda profesional para poder descartar una posible depresión en nuestro hijo y, sobre todo, que pueda ponerse en las mejores manos para recuperar su bienestar.
Lee el artículo completo en Mi hijo adolescente dice que se siente solo: qué hay detrás y cómo ayudarle
Por: Mariana Marroquín Ortiz
Equipo de redacción de Los Mejores Colegios