Cuando pensamos en el colegio de nuestros hijos, una de las preguntas que nos hacemos es ¿qué clase de colegio quiero para él?, pero antes de esto, deberíamos preguntarnos ¿cómo creo asumirá su vida en un futuro?
Resulta que el colegio y su forma de enseñar, hacen parte fundamental en el impulso de las habilidades que nuestros hijos podrán o no desarrollar, para afrontar su vida adulta. Es por esto que queremos mostrarles cómo un paradigma educativo no convencional puede generar en sus hijos: juicio, criterio, pensamiento reflexivo y una excelente formación en la capacidad intelectiva.
La historia de Laura
Hace diez años, Laura se graduó de su colegio. Tenía un plan de vida ya desarrollado: entraría a la universidad a estudiar Derecho, haría una especialización en penal y abriría su propio buffet de abogados.Ella, al haber estudiado en un colegio que se basa en el modelo pedagógico por competencias, tenia una alta confianza en ella, y además un gran sentido de la responsabilidad. Sabía que para lograr esos sueños debía trabajar para conseguirlo, y tenía clarísimo cómo hacerlo.
En enero entró a la universidad, estudió a su ritmo y aprobó todas las materias, no faltaba a clase a menos que fuera estrictamente necesario, consiguió muchos amigos y fue muy querida por sus profesores gracias a su calidad de ser, por mostrar bondad y empatía, por siempre preocuparse por el resto y mostrar respeto por cada uno de sus compañeros y maestros.
Pasaron los cinco años de carrera y Laura se graduó con honores; además, fue reconocida por participar en proyectos de innovación en pro del medio ambiente, dentro de la universidad y por diferentes campos investigativos que la llevaron a sacar una tesis sobresaliente. Sus papás no podían estar más orgullosos de su hija.
Ya graduada, Laura sabía que el siguiente plan era especializarse en penal mientras montaba su buffet, y al haberse relacionado tan bien en la universidad, logró asociarse con un profesor y un compañero de clase con los que sacó adelante su empresa.
Hoy en día, Laura es una reconocida abogada penal, quien no solo tiene un exitoso buffet, sino que, además, montó una fundación para poder representar totalmente gratis a todo aquel que no tiene con qué pagarle a un buen abogado. Un día, la entrevistaron en un importante medio de comunicación, luego de haber ganado un importante caso de su fundación, y una de las preguntas que le hicieron fue, ¿de dónde salió ese espíritu social tan grande y esa responsabilidad con la ciudadanía? A lo que ella contestó que todo se lo debe a su colegio, el cual le enseñó no solo a cómo enfrentar los desafíos que la vida le podía poner, sino la importancia de ayudar al prójimo como retribución a las bendiciones que la vida le había dado.
Ya graduada, Laura sabía que el siguiente plan era especializarse en penal mientras montaba su buffet, y al haberse relacionado tan bien en la universidad, logró asociarse con un profesor y un compañero de clase con los que sacó adelante su empresa.
Hoy en día, Laura es una reconocida abogada penal, quien no solo tiene un exitoso buffet, sino que, además, montó una fundación para poder representar totalmente gratis a todo aquel que no tiene con qué pagarle a un buen abogado. Un día, la entrevistaron en un importante medio de comunicación, luego de haber ganado un importante caso de su fundación, y una de las preguntas que le hicieron fue, ¿de dónde salió ese espíritu social tan grande y esa responsabilidad con la ciudadanía? A lo que ella contestó que todo se lo debe a su colegio, el cual le enseñó no solo a cómo enfrentar los desafíos que la vida le podía poner, sino la importancia de ayudar al prójimo como retribución a las bendiciones que la vida le había dado.
¿Qué modelo de colegio ayuda a construir estas historias?, descúbrelo aquí:
¿Cómo es el modelo por competencias?
El Modelo por competencias está enfocado a desarrollar capacidades en quien aprende, en lugar de memorización de contenidos o la simple aplicación de conceptos. Las competencias son formas de pensamiento complejo que las personas usamos, independientemente de la edad, para solucionar problemas y tomar decisiones, todo el tiempo y a lo largo de nuestras vidas.
Un sistema escolar basado exclusivamente en la transmisión de información desconoce el gran potencial que los niños tienen de aprender a gestionar la información, a valorarla críticamente, a transferirla a otro contexto y, quizás lo más importante, a saber cómo se aprende.
El Colegio San Mateo es un claro ejemplo de una institución que enseña bajo este paradigma educativo. Luz Helena Aljure, rectora del colegio, nos cuenta que “en el San Mateo creemos en el desarrollo de competencias como el conjunto de conocimientos, actitudes, habilidades y valores que constituyen la base sobre la cual se construye un plan de vida. Los efectos de la educación por competencias se viven a largo plazo y generan personas autónomas, capaces de aprender por el resto de sus vidas”.
Además, nos asegura que los niños educados bajo un modelo por competencias son flexibles y creativos, usan lo aprendido en diferentes ámbitos y contextos, desarrollan pensamiento crítico y autonomía para aprender. Tal cual, como lo hizo Laura a lo largo de su vida escolar y profesional.
Los niños desarrollan la capacidad de solucionar problemas reales, aplican conceptos de todas las áreas a través de entornos problémicos, lo que les permite ir comprendiendo el conocimiento de manera integrada y no fragmentada, como en otros modelos.
¿Qué modelo de colegio ayuda a construir estas historias?, descúbrelo aquí: