Los puntajes de las pruebas estandarizadas a nivel nacional e internacional, a menudo se consideran la principal manera de evaluar el éxito de un estudiante, un maestro o un colegio. Pero ¿existen otras formas de medir el éxito de una institución educativa?
En una serie de Education Week se examinarán criterios alternativos o adicionales para determinar si una escuela es exitosa.
Conozcamos algunos de estos criterios.
La evaluación no es nada nuevo en el ámbito educativo. Las escuelas son cualquier cosa menos estándar, sin embargo, la mayoría de los sistemas de evaluación las tratan como tales. Desafortunadamente, los matices necesarios para evaluar adecuadamente la eficacia de las escuelas están plagados de una dependencia excesiva de los puntajes de las pruebas estandarizadas de los estudiantes. Este método de evaluación es una herramienta obsoleta que no evalúa adecuadamente los diversos roles que cumplen las escuelas en el siglo XXI. Un sistema de evaluación equilibrado y holístico para determinar la eficacia de las escuelas debe abordar una variedad de factores que incluyen, entre otros:
- Currículo de las escuelas y relaciones con las comunidades en las que residen.
- La eficacia del apoyo académico, profesional, mental y emocional tanto para los estudiantes como para el personal.
- Sus compromisos y acciones para ser y crear espacios racial, cultural, social y profesionalmente inclusivos
Asociaciones comunitarias
Los estudiantes no asisten al colegio en una burbuja. Sus vidas fuera de la escuela afectan su salud social, emocional y física, lo que a su vez afecta su desempeño académico. Los estudiantes también son miembros de la comunidad. Sus voces importan. Las escuelas eficaces forjan asociaciones sólidas y seguras con sus estudiantes y miembros de la comunidad local para trabajar juntos de forma activa y abordar sus necesidades.
Apoyo a la facultad y al personal
La efectividad de un colegio también incluye la moral del personal y de la facultad. Una evaluación adecuada consideraría qué tipo de relaciones se forjan y qué sentido de comunidad se cultiva en los colegios, como el respeto mutuo, la seguridad y la inclusión entre el personal, el cuerpo docente y los estudiantes.
Los colegios eficaces reconocen y fomentan las fortalezas y talentos que poseen sus profesores y personal. Por ejemplo, ofrecen oportunidades diferenciadas de desarrollo profesional para cumplir con los diversos niveles de familiaridad y experiencia que su cuerpo docente y el personal tienen con los temas presentados. Al igual que el aprendizaje en el aula de los estudiantes, el desarrollo profesional no debe ser una experiencia única para todos. Los colegios eficaces alientan y apoyan a sus propios profesores y expertos del personal para liderar estos esfuerzos.
Entre tanto, en el artículo también se mencionan otras formas de evaluar el impacto escolar sin recurrir a pruebas estandarizadas de alto riesgo y que limitan el plan de estudios:
- Clima: Parafraseando a Marie Kondo, “¿La escuela genera alegría?” ¿Están representados los diversos intereses de los estudiantes en las actividades en general? ¿Hay diversidad de instructores, material de lectura, arte y otras características culturales de la escuela?
- Asistencia: si los estudiantes se sienten bienvenidos y entusiasmados con la institución, una alta asistencia lo confirmaría.
- Las variables de salud general de los estudiantes. Los datos deben incluir la facilidad de acceso a alimentos saludables, acceso a recursos para la salud mental y acceso a atención médica, dental y de la vista continua. Instrucción regular sobre cómo mantener un estilo de vida saludable y brindar oportunidades regulares de movimiento.
- Cantidad de representaciones creativas (programas de música, espectáculos de arte, eventos de bandas, obras de teatro, etc.).
- Cantidad de oportunidades académicas más allá del salón de clases para apoyar los intereses (ferias científicas, pasantías, actividades de justicia social, medios de producción de medios: periódico, video, radio, revistas, etc.).
- Interés de la institución en el futuro de sus estudiantes graduados. Esto incluiría colocación laboral, colocación universitaria o planes para mejorar la capacitación técnica. En otras palabras, ayudar a los estudiantes a encontrar aquello en lo que son buenos.
- Satisfacción de los docentes con su misión principal y lugar de trabajo. Las encuestas a los maestros deben incluir preguntas sobre si tienen los materiales necesarios y un edificio atractivo y con buenos recursos para brindar instrucción.
- Presencia de oportunidades integradas en el trabajo para que los maestros mejoren la instrucción, obtengan credenciales específicas y participen en la creación de liderazgo
Por: Mariana Marroquín Ortiz
Equipo de redacción de Los Mejores Colegios
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