Todos, sin distinción alguna, en este tiempo estamos viviendo la misma situación, un resguardo necesario. En el Colegio Campestre San Diego tienen un nuevo desafío afrontando esta realidad que mueve al mundo, como una oportunidad de muchos aprendizajes. Están aprendiendo a convivir saludablemente con sus familias, a trabajar desde los hogares de manera virtual, a compartir desde el corazón con las personas que quieren a través de la distancia, a solucionar sosegadamente momentos de la cotidianidad, a utilizar la creatividad desde sus hogares en una expresión virtual y con una manera de vivir que apenas les permite contemplar, a lo lejos, su contexto exterior.
Estamos viviendo una etapa histórica que proyectará una nueva forma de relacionarnos entre nosotros mismos, con los otros, con nuestro contexto y con el medio ambiente en el que estamos inmersos.
Saben desde su razón y sienten con el corazón, que nos estamos enfrentando a una circunstancia que requiere de una atención muy especial. Se hace necesario conocer, aceptar y adaptar la vida a nuevos movimientos que no esperaban jamás asumir.
La filosofía del Colegio San Diego invita a que se unan y afronten esta situación con un trabajo colaborativo entre el colegio y las familias. Por ello, en el San Diego ofrecen a todos y cada uno un apoyo en sus procesos, tanto familiares como emocionales, que al ser inciertos y novedosos, les pueden afectar su marcha habitual.
¿Cómo lo están haciendo?
Con la participación y cercanía activa de sus psicólogas, quienes están dispuestas a escuchar y apoyar las diferentes circunstancias. Además, sus talleres abiertos de Mindfulness ofrecidos al público los fortalecen para avanzar con mayor seguridad y esperanza. De igual manera, las directivas y el grupo de profesores también están atentos para conversar y alentar con ánimo a sus familias y estudiantes.
A través de videos, mensajes, escritos y varias dinámicas inspiradoras, buscan contrarrestar espacios confusos que a todos se nos pueden presentar.
Asimismo, están cubriendo los espacios académicos de sus estudiantes por medio de programas virtuales motivantes, dinámicos y eficientes para que avancen constructivamente, siguiendo pilos y felices. Los estudiantes además asumirán tiempos para aprender sobre las condiciones hogareñas que requieren de su atención y colaboración.
En sus reflexiones se conectan con la confianza y la apertura en el presente, en el día a día, para descubrir actitudes empáticas desde el corazón y así ofrecer iniciativas que orienten el diario vivir. La confianza en sí mismo y en un otro inspiran fe y por consecuencia ésta abre camino a la esperanza.
“La esperanza puede ver el cielo a través de las nubes más densas”.
Thomas Brooks
Especial para Los Mejores Colegios
Por: María Victoria Mejía
Directora Colegio Campestre San Diego (Chía)