Hace diez años, el CLN abrazó la visión de crear un entorno sostenible y educativo: el Biorrefugio Zasqua. Lo que comenzó como una idea audaz se ha convertido en un pionero proyecto de restauración ecológica en el campus, enriqueciendo la vida de la comunidad educativa.
Este refugio, con sus 1200 m² de espejo de agua y 4600 m² de bosque alto andino nativo, no solo es un santuario para la vida silvestre, sino también una herramienta pedagógica invaluable.
Desde zarigüeyas hasta aves migratorias, Zasqua acoge una diversidad de especies, brindando a los estudiantes la oportunidad única de vivir y comprender la importancia de preservar la biodiversidad.
Además de su impacto ambiental, Zasqua incorpora una huerta orgánica, un área de compostaje, un invernadero y un laboratorio, proporcionando a los estudiantes experiencias prácticas y fomentando la investigación. La zona de crianza de conejos y gallinas promueve la conexión
directa con la cadena alimentaria, fortaleciendo el vínculo entre los niños y la naturaleza.
