¿Necesitamos relaciones dependientes como familia o educadores?

Hace unos días se celebraba en mi país Colombia lo que denominamos la ‘Fiesta del 20 de Julio’: 212 años de independencia e historia como nación y república. Se vieron banderas tricolor, camisetas, desfiles y, aprovechando el día festivo (por qué no), encuentros familiares, de vecinos y de amigos.

El Colegio Montemorel relaciones dependientes como familia o educadores
Al día siguiente, en un encuentro que varios colegios denominamos ‘Izada de bandera’ nos reunimos cerca de 240 personas en el Colegio Montemorel a entonar nuestro himno nacional y a escuchar algunas reflexiones y hechos históricos a voz de nuestros queridos estudiantes. Al final, nuestro rector John F. Buriticá tomaba la palabra para compartir también su propia reflexión, esta vez con el ánimo y la invitación de llevarnos un poco más allá guiándonos a ahondar a partir del sentir (algo que acostumbramos a hacer con bastante frecuencia en nuestro colegio), ahondar en el sentir de esa sensación de independencia, en este caso ya no como nación sino como individuos, como personas, sin importar nuestra edad o rol en el colegio: ¿Somos seres independientes? ¿Hay algo que en este momento nos haga dependientes? ¿Se puede ser libre y a la vez dependiente? ¿Qué es, al final, eso que llamamos independencia?

Estoy seguro que cada una de estas preguntas serían el fuego ideal para avivar una conversación, el pretexto ideal para gestionar encuentros, debates, discusiones y valiosos aprendizajes. En mí produjo, además de momentos de reflexión, una ‘pullante’ curiosidad y muchas preguntas también; entre ellas un par que me gustaría compartir aquí, en este momento: ¿A nivel personal, es la independencia algo que aprendes? y si es así… ¿Cómo aprendes a ser independiente? o desde otra mirada (pues sé que aquí me leen educadores, formadores, madres y padres): ¿Cómo haces para enseñarlo?

Y es que aparte de un referente ‘pseudo-generalizado’ llamado ‘mayoría de edad’ no hay muchas cosas que dicten en qué momento debería darse la completa independencia en un ser humano; claro, si es que debería darse, pues en esto hay también miradas que apoyan la idea de que hay ciertos niveles donde no sólo no se puede lograr la total independencia, sino que no es deseable, ya que cierta dependencia puede considerarse ‘sana’. Y es que esa dependencia, el necesitar los unos de los otros, fomenta valores deseables en nuestra sociedad como lo son la empatía, la solidaridad, el trabajo comunitario, la cooperación, etc. Así que… ¿Dependencia o independencia? ¿A dónde apuntar? ¿Hasta dónde la una o la otra? Lamento decirlo (aunque en realidad no hay la mínima tristeza mientras escribo esto), que este no es un texto para decirle qué pensar; eso, le propongo, podemos dejárselo a su independencia. Espero sí, que le pique algo, ahí, en el corazón de su curiosidad.

Y es en favor de esa curiosidad, que entonces quiero compartirle a usted, que admirablemente en la era del TikTok y las historias de 10 segundos ha logrado llegar al cuarto párrafo de este texto, algunos pensamientos, intuiciones asociadas con la pregunta que unos párrafos antes había compartido, acerca de cómo hacemos para ‘enseñar’ eso de la independencia o la dependencia sana, llamada también ‘interdependencia’ (esto daría una tercera vía al conflicto anteriormente expuesto).

Aunque debo aceptar, y no sé si para su desilusión, que este no se trata de esos artículos con las ‘7 claves para volver a su hija/o independiente’, y no es que tenga nada en contra de ese tipo de artículos, por favor no deje de buscarlos, pero… esto va por otro lado.

Aparte de las 7, 8, 10 claves que la internet le pueda brindar, que bien pueden representar una base importante en términos de guía de crianza o de educación, quiero proponerle que llevemos el foco a usted. Sí, leyó bien, a usted: formador, madre, padre, educador, maestra o maestro, y supongamos por un momento que no todas las acciones posibles en este tema tienen que ver con su hija/o o estudiante, o al menos, no directamente.
El Colegio Montemorel relaciones dependientes como familia o educadoresLa dependencia es una cuerda que tira de ambos extremos (por favor, imagínese el cuadro), es una condición relacional que compete a dos; y si revisamos un poco de cerca, cuando hablamos de una relación adulto-infante tenemos un desbalance de fuerza (y no, no sólo es muscular). Usted como adulto tiene mayor madurez mental, emocional, relacional (al menos en teoría, casos hay de todo tipo) (disculpe y espero no se me moleste con el comentario). Este desbalance le da a usted una posición no despreciable de responsabilidad: si el niño o adolescente tira de la cuerda, usted tiene la habilidad para responder (responsabilidad) de tal manera que la dependencia (la cuerda) se fortalezca o se afloje.

Ahora… está la otra parte también ¿Qué tan a menudo es usted el que tira de la cuerda y con cuánta fuerza lo suele hacer? La dependencia del formador es también parte de toda la ecuación y allí va el foco de este artículo. Recuerde que la niña o joven tirará de la cuerda, pero lo hará imitando la forma en que usted lo hace (u otros adultos referentes).

Aquí llego entonces a una de las intuiciones frente a las preguntas antes expuestas sobre cómo se aprende la independencia: y es que quizás es por imitación (como también se aprenden muchas otras cosas en esta vida).

¿Ha construido usted relaciones de dependencia (no sana) en su rol de formador (padre, madre, docente)? Mirémoslo con cuidado, y por favor, no se lastime en la autoevaluación:

  • ¿Condiciona usted su valía como formador a lograr ver los resultados que usted quiere ver en su hijo/hija/estudiante?
  • ¿Su bienestar mental o emocional depende de alguna manera de una constante respuesta positiva o afectiva de la otra parte?
  • ¿Le agrada, se siente bien o le llama la atención la dependencia de la otra persona sobre usted? ¿Le hace sentir valiosa/o?
  • ¿Ha condicionado su propia felicidad a que la otra parte escoja un camino de vida en particular? (aplicable también para escogencia de pareja, de profesión, lugar de residencia, o cualquier tipo de logro académico, laboral, o profesional)
  • ¿Usa el chantaje emocional para cualquiera de las anteriores?

Podríamos continuar citando posibles situaciones asociadas a una relación de dependencia (no interdependencia), pero lo que más vale de esta corta autoevaluación es que además de un breve y volátil diagnóstico, y además de darnos ‘pasito’ en esto, nos centramos en lo que como adultos podemos hacer para trabajar eso que estamos descubriendo o que tenemos en la mira hace un tiempo, esas debilidades en nuestra relación con nosotros mismos, o en nuestro cuerpo emocional o mental que hace que busquemos o anidemos en relaciones dependientes, una cuerda de dos extremos que queremos vender a algún despistado o despistada, y tristemente también, a personas de corta edad que entonces aprenden que esa es LA manera de relacionarse, la única.

En el Colegio Montemorel sabemos que una mente adulta sana e independiente puede generar relaciones sanas de interdependencia, y que es a partir de este tipo de relaciones que el crecimiento y el potencial humano de nuestros estudiantes puede florecer, incluyendo claro, el lograr que ellos mismos crezcan como personas independientes e interdependientes. De ahí la importancia a acompañar el bienestar y el desarrollo humano, no solo de la comunidad docente, que tiene toda la importancia, sino también de las familias de nuestros estudiantes y más en estos tiempos singulares de la pandemia y la post-pandemia. Queda entonces y también, una invitación a todas las instituciones educativas para liderar y fortalecer estos programas; todos nuestros niños, niñas y jóvenes lo merecen, todos nosotros como adultos, también.

¿Necesitamos relaciones dependientes como familia o como educadores? Bien pueda, aventúrese por favor a encontrar una respuesta desde su independencia.

Por: Diego Fernando Pinzón C.
Director de Desarrollo Humano
Acerca del Colegio Montemorel
El Colegio Montemorel es una institución ubicada en Chía, municipio cercano a la ciudad de Bogotá, mixta, calendario A, fundada en 1994. Tiene como visión ser una Institución líder en procesos integrales que facilitan el desarrollo interno y externo del Ser del estudiante. Su PEI está fundamentado en el trabajo con los dos campos del conocimiento que desarrollan tanto el hemisferio cerebral izquierdo (externo) y hemisferio cerebral derecho (interno).