En el Colegio Montemorel, hemos adaptado un entorno donde los estudiantes se sumergen en la conexión directa con la tierra como un elemento fundamental para la producción y el hábitat de diversas formas de vida. Nuestro objetivo es que los alumnos redescubran el aprecio por las
labores agrícolas y comprendan su papel crucial como proveedor de alimentos.
Vivimos en un mundo que necesita reconectar con la tierra y lo esencial que nos ofrece. Observar a nuestros estudiantes involucrados en actividades fuera de las pantallas, explorando y sorprendiéndose en nuestra huerta, es un recordatorio de la importancia de esta conexión directa con la naturaleza. Aquí, el contacto físico con las herramientas y la tierra promueve un aprendizaje práctico y significativo sobre técnicas de siembra y cosecha.
Al comprender la importancia de los elementos básicos para el crecimiento de las plantas, como el agua y los nutrientes, los estudiantes reflexionan sobre cómo estas condiciones se aplican a diferentes aspectos de sus vidas. Se dan cuenta de que para que algo florezca, es necesario proporcionar las condiciones adecuadas, una reflexión que fácilmente se traslada a su propio crecimiento personal.
Hemos cultivado una variedad de vegetales y hierbas en nuestra huerta, complementando así el aprendizaje científico en el aula. Además, este espacio al aire libre fomenta el trabajo en equipo y el reconocimiento mutuo como seres humanos. Es una oportunidad para aprender de manera
diferente y para cuidar nuestro entorno.
Y lo mejor de todo, ¡nuestros estudiantes cosechan frutos totalmente orgánicos! Comparten estos productos con sus familias, promoviendo cambios positivos en sus hábitos alimenticios y fomentando la salud en sus hogares.