Cómo ser buenos padres de adolescentes y no morir en el intento

Tus hijos ya no son esos pequeños niños que jugaban contigo y están comenzando una nueva etapa, lo cual te llena de orgullo pero también de dudas y algunas preocupaciones ¿verdad?. No te angusties si has visto cambios en su comportamiento, es normal. En este artículo te contamos cómo ser buenos padres de adolescentes y no morir en el intento.

No morir en el intento siendo buenos padres de adolescentes

La psicóloga del Colegio Campestre San Diego, María Mercedes Piedrahita, asegura que la adolescencia no es, como muchos creen, esa edad que representa el monstruo de la crianza. Es una etapa del desarrollo, como cualquier otra, en la que la persona se está consolidando internamente, está encontrando un lugar social y está combatiendo todos los “estorbos” y presiones sociales que no la dejan ser genuina. Además, está adaptándose a sus necesidades internas y equilibrándolas con su entorno.

Ten en cuenta que no hay una estrategia universal que funcione para todos los adolescentes, pues cada uno representa un mundo diferente, así como sus papás. Pero te queremos hacer una invitación a revisar algunos elementos comunicativos, que dependiendo de la personalidad y las necesidades de tu hijo/a y de la tuya propia como madre /padre, te pueden acercar y sensibilizar frente a sus necesidades internas:

Consejos para ser buenos padres de adolescentes

  • Ten en cuenta que tus hijos/as adolescentes son seres independientes de sus padres en
  • cuanto a sus sueños, necesidades y proyecciones propias. Ellos no deben ser la extensión de tus propios deseos o frustraciones.
  • Fomenta diálogos permanentes donde tanto tú como tus hijos puedan ser escuchados y tengan la posibilidad de argumentar. De esta manera, validas su postura y le demuestras interés por sus puntos de vista.

Genera espacios reales para compartir. Los adolescentes necesitan una atención real y consciente en la que tu presencia no sea solo física, sino consciente. Cuando hables con ellos, debes darles prioridad, mirarlos a los ojos, dejar los dispositivos electrónicos a un lado, apagar el celular, el televisor y no permitir que otros los interrumpan. Los verdaderos diálogos se dan cuando hay una escucha activa y consciente por parte y parte (aunque tú eres quien debe dar ejemplo). Muchas veces los adolescentes que no se han sentido escuchados, después ya no quieren expresar sus emociones o pensamientos porque se bloquean y ponen una barrera casi indestructible, así que procura nunca romper este lazo.

No caigas en monólogos de adultos. Es decir, si llevas más de 10 minutos hablando de cosas que solo te importan a ti, detente, revisa tu estrategia y ponte en disposición de escuchar también. Trata de poner temas que tanto a ti como a tu hijo/a les llame la atención para que la conversación fluya naturalmente. Muéstrale interés en lo que dice y ríete de sus ocurrencias. La idea es que haya espacios en los que no solo te vea como su padre/madre, sino como un/a amigo/a en quien confía.

Hazle más preguntas y menos afirmaciones. No se trata de hacerle un interrogatorio para que te cuente cosas de su vida personal. Más bien, la idea es que le hagas preguntas abiertas sobre diferentes temas que te permitan conocer cómo tu hijo/a analiza algunas realidades, situaciones o conflictos.

Ponle normas, pero también dale confianza. La vida real no se trata solo de cumplir reglas, lo sabes, hay situaciones en las que vale la pena ser flexible y por ende, debes educar ciudadanos con criterio propio y que puedan tomar sus propias decisiones. Por supuesto que es fundamental el planteamiento de límites y reglas, pero debes prestar atención a que el lazo también esté colmado de intercambios afectivos.

Estos tan solo son algunos consejos sobre cómo ser buenos padres de adolescentes, pero ten en cuenta que es mucho más que esto. Cada uno de ellos es un universo único que debes conocer, eso sí, siempre respetando sus espacios. La clave es dejarlos ser y aconsejarlos cuando sea pertinente.

Acerca del Colegio Campestre San Diego
El Colegio Campestre San Diego es una institución ubicada en el municipio de Chía, mixta, bilingüe, calendario B, fundada en 1994. Tiene como objetivo fortalecer proyectos de vida de estudiantes más felices. A través de Mindfulness y estrategias pedagógicas basadas en el arte, buscan desarrollar la sensibilidad y creatividad. Para ellos es fundamental que los estudiantes conozcan sus emociones, aprendan a manejarlas y sepan cómo resolver conflictos.