En un mundo donde la conciencia ambiental es cada vez más urgente, San Bartolo, ha emergido como un ejemplo inspirador de cómo las instituciones educativas pueden liderar el camino hacia un futuro sostenible. Guiados por la profunda convicción de que el cuidado de nuestra casa común es fundamental, el colegio ha abrazado con entusiasmo la cuarta preferencia apostólica de la Compañía de Jesús: “cuidado de la casa común”, y está llevando a cabo un asombroso proyecto de restauración ecológica en su propio bosque.
Ubicado en las faldas de los cerros orientales de Bogotá, que constituyen la columna vertebral ecológica de la ciudad, el bosque del colegio se ha convertido en el epicentro de un esfuerzo transformador. El proyecto de restauración ecológica nació de la necesidad de crear un enlace vital entre los cerros y el bosque escolar, una conexión que permitiría que la naturaleza florezca y prospere de manera armoniosa.
Una colaboración sin precedentes se materializó cuando el Colegio San Bartolomé La Merced y la Secretaría Distrital de Ambiente unieron sus fuerzas en un acuerdo histórico por el cuidado de la casa común. Este pacto estratégico delineó una serie de iniciativas que facilitarían la participación activa de los estudiantes en el proyecto. Los corazones jóvenes y las mentes curiosas fueron avivados por la promesa de marcar una diferencia tangible en el entorno que los rodea.
El capítulo siguiente de esta historia de esperanza fue escrito por los estudiantes de tercer grado, quienes llevaron a cabo la siembra de 300 árboles nativos. Este gesto de amor hacia la naturaleza marca el comienzo de un proceso gradual de reemplazo de las especies de eucaliptos y pinos que habían ocupado el bosque por décadas. Los árboles nativos, que ahora encuentran su hogar en esta tierra fértil, serán guardianes de un hábitat propicio para la fauna local y, al mismo tiempo, establecerán conexiones vitales para el ecosistema. La vida vegetal florecerá, los indicadores de biodiversidad se elevarán y el aire será purificado, todo gracias a estos guardianes verdes.
Más allá de las fronteras del Colegio San Bartolomé La Merced, este proyecto se convierte en un faro de esperanza para todos nosotros. Nos recuerda nuestra responsabilidad compartida como ciudadanos globales de preservar y proteger la casa que compartimos. Cada acción que tomamos, cada semilla que plantamos, es un paso hacia un futuro más vibrante y sostenible.
Este es un llamado a la acción para todas las comunidades educativas, para que sigan el ejemplo de San Bartolo y se conviertan en motores del cambio positivo. Con determinación y un profundo sentido de propósito, podemos construir un mundo donde la naturaleza y la humanidad prosperen juntas en armonía, como un testimonio duradero de nuestro compromiso con la casa común que todos compartimos.
Acerca del Colegio San Bartolomé de la Merced
Nuestra metodología lúdica de reflexión e investigación permiten que nuestros estudiantes construyan conocimiento de forma interactiva y los lleve a un “aprendizaje con sentido”, a través de retos y diversión. Formamos y acompañamos para la excelencia humana, desde una propuesta educativa orientada a la formación integral en la construcción de una sociedad justa y en paz, a través del compromiso social y ambiental, en coordinación con las obras de la Compañía de Jesús.