Sello humano del egresado del Colegio San Tarsicio de Bogotá

Sello humano del egresado del Colegio San Tarsicio de Bogotá    

La búsqueda de colegio es una decisión que implica múltiples variables y genera muchas preguntas en las familias. Más allá de la excelencia académica, una de las inquietudes más frecuentes es: ¿en qué tipo de ser humano se convertirá mi hijo? En el Colegio San Tarsicio de Bogotá, la formación trasciende las notas y se centra en un propósito más profundo: educar personas íntegras, con valores sólidos y un sello humano que marque positivamente su vida y su entorno.

El San Tarsicio entiende que la excelencia no se limita a los resultados escolares, sino que se expresa en la manera en que los estudiantes actúan, piensan y se relacionan con los demás. Por eso, su propuesta educativa se fundamenta en principios que se interiorizan desde los primeros años y que, con el tiempo, se traducen en habilidades indispensables para el mundo actual.

Autonomía a través de la disciplina de Confianza

Uno de los pilares del Colegio es la Disciplina de Confianza, un enfoque que enseña al estudiante a actuar correctamente sin necesidad de supervisión constante. La premisa es clara: un estudiante del San Tarsicio no necesita que lo vigilen para portarse bien. Este principio fortalece la autonomía, la honestidad y el criterio propio, capacidades esenciales para enfrentar situaciones personales, profesionales y sociales a lo largo de la vida.

Hacerlo todo bien

El Colegio promueve una cultura de excelencia y mejora continua. Los estudiantes aprenden a comprometerse con sus responsabilidades, no por obligación, sino por satisfacción y convicción. Este enfoque fortalece la disciplina, la estructura personal y el sentido de propósito, cualidades que serán determinantes en su futuro universitario y laboral.

Amistad, empatía y ayuda al otro

El crecimiento personal en el San Tarsicio está estrechamente ligado al bienestar del otro. Uno de sus principios centrales señala que el estudiante es amigo de todos sus compañeros y ayuda a los demás. Esta visión fomenta la empatía, el trabajo en equipo y la solidaridad, valores indispensables en un mundo que demanda líderes humanos y conscientes.

Disposición positiva para actuar

La actitud es clave en cualquier ámbito. Por ello, el Colegio trabaja en diferentes áreas y estrategias para cultivar estudiantes alegres, serviciales, atentos y resilientes. Estas habilidades blandas se convierten en herramientas vitales para enfrentar retos presentes y futuros, tanto personales como profesionales.

Respeto y cuidado del medio ambiente

El Colegio promueve una conciencia ecológica activa, en la que el respeto por la biodiversidad y el cuidado del entorno forman parte natural de la vida diaria. Pequeñas acciones cotidianas reflejan una comprensión profunda de la responsabilidad ambiental y de la importancia de la sostenibilidad.

Finalmente, el San Tarsicio reconoce que el conocimiento no es suficiente: la fortaleza espiritual es fundamental. Por ello, fomenta una relación cercana con Dios que brinda esperanza, orientación y estabilidad. Así, sus egresados se convierten en personas con ética, convicción y un profundo sentido de propósito, cumpliendo la misión institucional:
“Formar personas de bien para el futuro de la Iglesia y de la patria.”

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