¿Niñas Sexys? Algo está fuera de lugar

¿Cómo lograr que nuestras niñas sigan siendo niñas por más tiempo? ¿cómo tomar acción para protegerlas de un mundo manipulado por los medios y completamente sexualizado?

Una de las imágenes que siempre se quedan en nuestra cabeza y que en su momento nos causan gran ternura y alegría, es ver cuando una niña pequeña se sube en los tacones de su mamá, se pinta de manera torpe e infantil con sus cosméticos y juega a ser grande. Sin embargo, que pasaría si esa misma escena se repite cerca a los 12 o 13 años.

Tacones, maquillaje, faldas cortas, ropa apretada…ya no logramos ver la situación con una mirada de ternura sino más bien de preocupación. Lamentablemente, eso que describo en estas líneas no es algo sacado de la imaginación, ni es algo hipotético. Es la realidad a la cual nos estamos enfrentando de manera más marcada cada vez, con las niñas de hoy en día, donde la infancia se acaba prematuramente y el deseo por ser jovencitas sexys las lleva a adoptar actitudes que distan de poder existir en un mundo infantil.

Son como presas atacadas por un pulpo donde cada tentáculo atrapa un espacio de sus vidas y las envuelve. Niñas que desde los 10 años piensan en qué comen y en que no, pero no por salud, si no por el terror de engordarse. Niñas con la pose que se ha universalizado de tomarse la foto mandando un beso a la cámara y subirla de inmediato en Instagram, cuando sus cachetes y la inocencia de su mirada, la sitúan unos años menos de lo que quieren aparentar.

Es difícil ser inmune a esa máquina que es la sociedad de consumo y tratar de construir para nuestras niñas un ambiente prolongado donde puedan seguir siendo niñas, donde no pretendan ser lo que no son, ni jugar a la femme fatale. El problema es que luchamos contra toda una industria, contra una maquinaria poderosa que ataca por todos los lados.

Comerciales, programas de televisión, cantantes, íconos juveniles, bailes, letras de canciones, todo matizado con un tinte sexual. La globalización y el acceso a todo lo que se quiera por medio de un clic, han hecho casi titánica la tarea de generar un espacio de control por parte de los padres.

Tenemos que empezar a intervenir de alguna manera; un aspecto muy valioso que les puede ayudar no solo para distanciarse un poco de este fenómeno, sino para su vida en general y con miras hacia un futuro, es ayudarles a alinear la balanza y poder volver a tener un equilibrio donde la imagen corporal no lo sea todo, pero, donde se le dé la importancia que debe tener, no en términos de patrones de belleza, si no en hacer conscientes a las niñas de que su cuerpo, su forma de vestirse y de actuar hablan por ellas, y, que sin darse cuenta, pueden estar mandando mensajes que realmente, ni quieren ni comprenden, y que en definitiva lo único que logrará es afectarlas y posiblemente dañarlas en su integridad moral y emocional.

Es primordial también, aterrizar tanto el concepto, como la importancia de la belleza. Entender que hay múltiples tipos de belleza, de pieles, de formas corporales, de actitudes, que ser linda va mucho más allá de seguir un patrón de vestimentas y comportamientos, pero además que la belleza es una actitud interior. Es acá donde podemos, desde muy pequeñas, empezar a ampliar sus horizontes. Cultivemos su curiosidad, su intelecto, sus destrezas.

Ofrecerles más alternativas que las barbies o los juegos de computador donde la gracia es vestir y peinar una y mil veces a las muñequitas inanimadas nos ayudan a ampliar, lo estrecho que puede llegar a ser su mundo lúdico. Cultivemos otros aspectos que no se relacionen con la imagen, pues esto hará que crezcan con otros recursos interiores y otras alternativas que van más allá de lo que les imponen las dinámicas sociales y el mercado.

Todo a su tiempo

Para concluir creo que también es importante retomar la posición de guiar el criterio de nuestras hijas, y además poder decir, qué permitimos y qué no, de acuerdo a sus edades. Debido a que las niñas, son un blanco perfecto, el target ideal para cualquier tipo de marca comercial (es por esto que cada vez más, los anunciantes aumentan las cifras de inversión en publicidad destinadas a ellas), no será fácil librar esta batalla, de muchas veces tener que ir contra la moda y contra las tendencias. Pero creo que una convicción firme de parte de los padres en cuanto a los límites claros de que tipo de ropa usan, si se maquillan o no, y qué está permitido en el manejo de las redes sociales, puede ayudarles a entender más claramente por qué ciertas actitudes simplemente no se deben dar en ciertos momentos de su vida.

De la misma manera, es importante ubicarlas en qué actitudes, comportamientos y actividades son acordes a su edad y por lo tanto, permitidas por nosotros. Mostrarles que el hecho de que la gran mayoría lo haga, no quiere decir que está bien. Enseñarles que todo llega a su tiempo y que actuar de manera acorde a su edad cronológica y emocional, les va a permitir disfrutar cada etapa de la mejor manera posible, y a vivir con plenitud todas las cosas buenas que les regalará la vida.

Otra mirada al cuerpo

Otro aspecto muy importante y que nos ayuda a enfocar a las niñas en una dirección diferente a la que se da en la dinámica en la cual el cuerpo es tan solo un cuerpo-objeto, es el deporte.

Las niñas que se dedican a un deporte, que invierten tiempo semanal o diario a desarrollar alguna destreza, tienen una relación con su cuerpo que es más real y mucho más especial. Aprenden a quererlo y a cuidarlo, a valorarlo. Se sienten bien con ellas mismas más allá de si son altas o delgadas, y de si su figura encaja con los estereotipos de belleza.

Se sienten orgullosas y seguras de ellas mismas, son conscientes de su cuerpo y de lo que se puede lograr cuando realmente se hace conciencia del mismo. El deporte desarrolla su autoestima, les ayuda a generar autodisciplina, entienden el sentido de la competencia pues la exigencia es con ellas mismas, y eso las lleva a querer dar siempre lo mejor. Propiciarles la exposición de una manera constante a algún deporte, les abre las puertas a un mundo totalmente distinto al que se ven expuestas en su diario vivir.

Redacción Los Mejores Colegios